Francisco José Carmona Ocaña nace en San Fernando (Cádiz) en 1985 en el seno de una familia humilde y heredera de una gran tradición musical y vínculos muy cercanos a los nombres más ilustres del flamenco contemporáneo: Camarón, Rancapino, Chano Lobato….
Su madre, Carmen Ocaña, y su tío Andrelete de la Venta la Colina son sus referentes más cercanos y en buena parte responsables de una afición por la música que no tarda en manifestarse. Todavía hay quien recuerda su debut en un escenario, con cuatro años en un festival escolar. Desde la garganta de casi un bebé, su particular homenaje a Camarón sonaba a algo así como \"Yo soy titano\".
Prefiere rodearse de mayores a jugar a la pelota, como el resto de los niños. La música, el cante y el sentimiento flamenco tienen mucho tirón para este pequeñajo, extrovertido y curioso, que empieza a cantar bonito.
Con la adolescencia se acentúa la afición, las tertulias flamencas y las visitas a las mejores peñas flamencas: Peña Camarón, Peña el Chato, Peña Juanito Villar, la Perla… Fran Ocaña empieza a sonar en los circuitos más eruditos, y muy pronto, en algunos escenarios y teatros de la provincia de Cádiz: el 50 Aniversario de Camarón de la Isla, el homenaje a Pijote, varias entregas del certamen Camarón de Oro… Y por fin como telonero del gran Miguel Poveda, icono de su generación y un verdadero ídolo.
Fran Ocaña comienza a sonar en el mundillo desde la admiración y el respeto al flamenco clásico, por el que ha cantado con guitarristas de la talla de Juani de la Isla (El Barrio) Jesús Guerrero (Miguel Poveda), Adriano Lozano, Luis Monje (hijo de Camarón), el Niño la Leo o Víctor Rosa. En busca de un estilo más personal, apuesta por un proyecto “que quiere contar una historia” y hacer llegar al público un cante nuevo. Entonces surge “Llegó la hora”, su debut en la industria. Un disco fabricado desde las entrañas y que ve la luz gracias al apoyo de grandes amigos y colaboradores de primer nivel cuya apuesta personal es el mejor indicador de que “este chico tiene algo”.