El título del nuevo disco de esta banda de origen chantreano –Flechas cardinales– es ya de por sí toda una declaración de intenciones: Barricada en estado puro rodando de nuevo por las carreteras del rock, con la mirada puesta en el horizonte más ambicioso, esto es, congregar a los seguidores de la buena música de los cuatro puntos cardinales y encender pasiones sobre todos los escenarios que quieran disfrutar de canciones frescas y directas con un inconfundible sabor a rock callejero.
Dejando atrás un año de parón –alejados de los escenarios, que no quietos–, y tras la decisión de Enrique Villarreal (El Drogas) de embarcarse de lleno en nuevos y diferentes rumbos musicales, el trío compuesto por Alfredo Piedrafita, Javier Hernández (Boni) e Ibi Sagarna presenta en sociedad su nuevo trabajo, compuesto por trece rotundos temas y una gran dosis de fuerza y vitalidad.
Se ha dicho de este disco que es un trabajo cien por cien barriquero, y sin duda su esmerado sonido y sus elaboras letras son perfectamente reconocibles por todos los que hemos disfrutado a lo largo de tres décadas con la música de Barricada. Sin embargo, con el mismo planteamiento con el que se han enfrentado a la grabación de sus veinte trabajos anteriores, los Barri han sabido dar un nuevo paso adelante en su carrera musical, fieles al ideal de no conformarse con lo conseguido. Y, sin ninguna duda, esa vuelta de rosca más, está perfectamente conseguida en este disco, donde encontramos –junto a ese sello inconfundible de Barricada– una buena dosis de nuevos sonidos, así como un rico y variado abanico de novedosos registros musicales, con los que se atreven sin ningún tipo de complejo, haciendo suyos el inconformismo, la rabia juvenil, la pasión, el compromiso…, en resumen, eso que ellos entienden que es la esencia del rock.
El ejercicio de grabación ha sido realizado nuevamente en Artica, población cercana a Pamplona donde se localiza El Estudio de Iker Piedrafita, que ejerce de productor. Su constatada experiencia y su cercanía al grupo le han permitido aportar a las composiciones barriqueras –como ya hizo con La tierra está sorda– los aires técnicos más actuales. En las labores de grabación, las notas del bajo han sido responsabilidad de Ander Izeta, hasta ahora bajista de los zarauztarras Eraso, que también acompañará al grupo en su próximos directos.
El resultado final han sido trece títulos que poseen la frescura de temas muy directos y vitalistas y, a la vez, el mejor saber hacer de una banda tan experimentada como es Barricada. «Punto de mira» ha sido elegido de entre todos ellos como estandarte de este nuevo álbum, y el pegadizo guitarreo y la letra antimilitarista de este primer single hacen del tema una composición llamada a triunfar en el directo del grupo. La rasgada voz del Boni suena mejor que nunca en temas como «Hasta diez» o «En lo más pequeño», e incluso esa añeja garganta rockera es capaz de seguir sorprendiéndonos en nuevos registros, tal es el caso de la emotiva «Eclipse» o el segundo medio tiempo del disco, titulado «Imán». Agradable sorpresa es también la participación al micro de Alfredo, poco habitual en estas lides. Su voz en «Como el invierno», oda al amor y la soledad, o en «La balanza», aportan al conjunto una rica variedad y auténtica caña cercana a los viejos vinilos del grupo. «El muelle» es uno de los temas más enérgicos del nuevo repertorio, y «Aguardiente», por su parte, constituye uno de los mejores ejemplos de la contundencia e intensidad con la que suena la batería de Ibi en estas nuevas canciones.
Hay que destacar también la ruptura de una norma no escrita de la banda, ya que por primera vez Barricada ha decidido incluir colaboraciones en un disco de estudio. Kutxi Romero es el autor de la letra del citado tema «La balanza», y él mismo acompaña a Alfredo en esta potente y descarnada composición. El propio Iker Piedrafita es otro de los colaboradores de altura de este trabajo discográfico, ya que el líder de Dikers es coautor y aporta su voz en «Remiendos». A todo esto se añade la participación estelar de treinta seguidores del grupo que han tenido la oportunidad de colaborar en la grabación de los coros de dos canciones: «Pa’ enredarte» y «Rugir y morder». Son los coros, ciertamente, otro de los aspectos muy cuidados a lo largo de todo el disco, al igual que las letras, tarea ejecutada con gran maestría que ha recaído principalmente en Boni, con algún texto firmado también por Alfredo.
El remate final de un trabajo que supera con creces la expectación generada lo pone «Flechas cardinales», un auténtico grito de vitalidad que como el resto del disco deja un agradable sabor de boca desde la primera escucha. Barricada, con la humildad y buen hacer que les caracteriza, confiando en los de casa, sabiendo lo que querían y sintiéndose dueños de su trabajo, han sabido enganchar con su sonido, atrapar con sus letras y «enredarnos con las cuerdas de sus guitarras», como viene a decir una de sus canciones. La satisfacción, el orgullo y el entusiasmo que se ve en los rostros de estos músicos al presentar un nuevo trabajo de tan cuidada edición son, sin duda alguna, la mejor carta de presentación que este álbum pueda tener.