Al tiempo que el verano del 2014 despliega sus brazos y después de haber disfrutado de la experiencia de versionar grandes repertorios, siento que por fin ha llegado el momento de volver la vista atrás y revisar con mimo y desde mi perspectiva actual algunas de las canciones que he escrito o compuestos en esto años de profesión, para completar así el que será mi sexto álbum en solitario.
Estas canciones son muy importantes para mí porque recorren mi historia personal y porque hablan de momentos y personas que han marcado algunos pasos muy significativos de mi vida. Son una especie de radiografía de mi recorrido vital y profesional, casi una autobiografía y reconozco que ellas hablan de mí mejor que yo misma.
Ahora, revisitadas con un nuevo enfoque y otra perspectiva, otra manera de cantarlas, de vestirlas, de sentirlas, suenan con esos otros colores musicales que en estos últimos discos en solitario han pintado mi música y reviven y vuelven a mí como lo hacen los viejos amigos, con ganas de contar lo vivido, con la alegría del reencuentro y el corazón abierto a lo que esta por venir y con la esperanza de no perderse de nuevo en el olvido.
Me siento privilegiada de poder volver a darles voz y con el poso que deja la experiencia, venir a darles una vida diferente y más sencilla, más cercana y sincera como la que he querido que tuvieran las tres canciones inéditas que acompañan este nuevo viaje, pues es así como la música habita mis días, sin artificios y sin estridencias.
Y así me rindo a su belleza y agradezco que hayan formado parte de mí, esas historias que cuentan, esas palabras que en ellas suenan y esas preciosas melodías que tuvieron a bien elegir mi voz para ser interpretadas, para que yo las module y las habite, dichosa y feliz pues ahora entiendo que la música es una entrega generosa de talento, corazón y vida.
Soledad Giménez presenta su nuevo CD en solitario en Atención Obras de TVE