Cuando en 1974, y con su dormitorio como centro de operaciones, los hermanos Jad y David Fair crearon Half Japanese probablemente no imaginaban que su artefacto se convertiría, años después, en una de las bandas más influyentes, referenciadas (y reverenciadas) de la historia del rock.
Ignorando convenciones musicales, los hermanos se erigieron como los pioneros de la estética DIY y Lo-Fi punk, siendo, simplemente, ellos mismos.
Apasionados, audaces, e incansables, grabaron produjeron y auto editaron su música, enviaron por correo casetes con embalajes hechos a mano, prensaron sus propios vinilos, y promovieron su música con anuncios en las revistas más extrañas que uno pueda imaginar.
Este entusiasmo desenfrenado por crear nuevas canciones les llevó a grabar docenas de discos impresionantes (incluyendo los álbumes clásicos “1/2 Gentleman / Not Beasts” y “Charmed Life”), e influir inevitablemente en un sinfín de artistas como Sonic Youth, Neutral Milk Hotel, Daniel Johnston, Kurt Cobain, y muchos muchos más.
Cuarenta años después de su fundación, y trece años después de la publicación de su anterior disco, el grupo regresa a la actividad con “Overjoyed” (Joyful Noise, 2014), un trabajo donde su agresividad y su cercano carisma conviven en armonía. Producido por John Dieterich de Deerhoof, las doce canciones de “Overjoyed” no se parecen en nada al resto del catálogo del grupo, y cada una, casi sin quererlo, se muestra sorprendentemente accesible. “Overjoyed” contiene una pureza profunda, una honestidad excepcionalmente rara en los tan en boga “álbumes de reunión”. Half Japanese no han intentado recrear su viejo sonido, ni son conscientes de las tendencias y las convenciones musicales actuales. Como resultado han creado algo nuevo, interesante y necesario.