A principios de 2008, y tras 25 años como componentes del aclamado Coro de Molviedro, el grupo sevillano A TRES BANDAS (A3B), formado por Antonio M. Lebrero, Enrique Moreno y Pedro Luis Jiménez, presentó su primer trabajo bajo el título “PERO TE VAS A ARREPENTIR”. La repercusión que tuvo en todas las emisoras de radio y televisión por las que hicieron promoción fue notabilísima, y no digamos en las numerosas actuaciones que llevó al grupo a recorrer toda Andalucía así como distintas localidades de Madrid, Cataluña, País Vasco y Extremadura, sin olvidar las actuaciones que realizaron en París, Miami u otras capitales recorridas por ellos.
De aquel disco se decía que mezclaba Aires de Fusión Latinoamericana, con raíces mexicanas y con la esencia andaluza de sus componentes. Con este nuevo trabajo, lo siguen haciendo y mejorando. Ellos, como el buen vino, van ganando con el tiempo y cada vez sus voces sorprenden y enganchan más a quienes se acercan a sus conciertos y a quienes los descubran en “A VIVIR QUE SON…”, un trabajo excepcional preparado con más mimo, cariño y tesón aún que el anterior, y en el que demuestran su valentía al grabar 16 temas, inéditos de Alejandro Vega, Frank Bravo, Moncho Borrajo, Pascual Gonzalez, Josemi Muñoz y Eloy Angel Díaz, entre otros, así como versiones de Alberto Plaza, Tamara, Pesados, Talía…
El lujo de contar con las colaboraciones de Consuelo, Casto Dominguez, Alberto Plaza, Alejandro Vega, Oscar Linares, Frank Bravo, Agua Sancruz, hacen que el recorrido por el amor y el desamor, por la amistad, la sensibilidad y el optimismo conformen un trabajo excepcional, todo ello unido a la gran labor del sello discográfico Tell Disc.
A VIVIR QUE SON… Un título que lo dice absolutamente todo y que sirve para invitarnos a levantar la cabeza, a dejar de asustarnos por todo lo que nos dicen, a desterrar la crisis de nuestra vida en cualquiera de sus vertientes, a llenarnos de esperanza y a llenar de alegría nuestro entorno y el de aquellos a los que queremos. Y, ¿por qué no?, el de los que nos quieren menos porque les demostraremos que somos mejores de lo que piensan y les contagiaremos la ilusión necesaria para que se enfaden menos y sonrían más, lo que contribuirá a que vivamos en un mundo mejor y más humano.